Conjunto Histórico-Artístico
Folletos turísticos
Historia
Se cuenta en Navarrete que su nombre está en relación con el límite con Navarra que, en tiempos, se establecía por la zona. Precisamente su fundación tiene que ver con el deseo de los reyes castellanos por defender sus territorios, frente a los reinos vecinos.
Por esa razón, Alfonso VIII propuso a los habitantes de las antiguas aldeas de la zona que se reunieran en un lugar defensivo. Estos poblamientos se conocían con el nombre de Corcuetos y lo componían San Lorente, San Antolín, San Pedro y Nuestra Señora del Prado, reuniéndose su población en torno al castillo fortificado, levantado en el cerro Tedeón, fundándose así la nueva villa de Navarrete.
A sus habitantes se les concedieron importantes fueros a partir de 1192, alcanzando la villa gran importancia.
A sus habitantes se les concedieron importantes fueros a partir de 1192, alcanzando la villa gran importancia. Teniendo como aldeas a Fuenmayor, Hornos, Daroca y Sotés, formaban una gran mancomunidad llamada De las Villas del Campo, teniendo derecho al monte de Moncalvillo. Esta mancomunidad de tierras, pastos y leñas aparece citada desde el siglo XI en un documento de la reina de Navarra, Doña Estefanía.
La villa pasó a manos de Don Juan Ramírez de Arellano, por donación del Rey Enrique II, pero llegó a poder de don Diego Gómez Manrique, Duque de Nájera, en 1380. Navarrete ha estado en litigio siempre entre el poder de los reyes, como sucedió con Don Enrique de Trastamara y Don Pedro, siendo más tarde motivo de conflicto para las dos casas nobles que dominaban la zona: los Ramírez y los Manrique.
Formación estructural de la Villa
Las aldeas de los corcuetos quedaron definitivamente vacías cuando todos sus pobladores decidieron trasladarse al estratégico Cerro tedeón y así edificar sus viviendas junto al castillo. Las edificaciones se fueron extendiendo hacia el sur, de manera anárquica aunque siempre de manera concéntrica y escalonada para aprovechar mejor los rayos solares.
Las compactas callejuelas iban formando a su vez una barrera defensiva de aspecto alargado en una media luna que daba al asentamiento un aire de bastida. En el nivel más alto del Collado se radicarían luego los obradores de los olleros.
Ahora bien, cuando la silueta urbana comienza a perfilarse y a adquirir personalidad propia es en el preciso instante en que se funda una primera pequeña iglesia asociada a una plazoleta que hacia las funciones de cementerio.
Esta iglesia se trasladó a un lugar más bajo en fecha posterior (Actual iglesia de Nuestra Señora del sagrario) y entre esta y una plaza, una calle de largo recorrido, mejor diseñada que las existentes hasta la fecha que contoneaba todo el cerro y donde fijaron su residencia los personajes más ilustres y acaudalados de la villa. (Actuales c/ Mayor Alta y c/ Mayor Baja)
Esta Calle Mayor formaba a su vez una barrera defensiva con las fachadas de sus casas hacia el sur, aunque posteriormente fruto del desarrollo urbano se creó bajo ella otra via, la Calle Nueva o Cal Nueva, donde todavía hoy podemos pasear por los lúgubre Cocinos, (donde se ubicarían las Carnicerías Públicas con el fin de arrojar los desperdicios a un pequeño canal de agua) hacia el oeste desde la Puerta del Caño (actualmente Cuesta del Caño) para ir abriéndose cada vez a cotas más bajas, si bien es cierto que en este caso las fachadas posteriores que daban al coso conformaban un sólido lienzo con el clarificador nombre de La Almena, lugar muy codiciado por los navarretanos para construir sus casas.
Hoy en día se conserva y recupera su parte antigua y se observa el trazado de una ciudad amurallada. Las bodegas construidas en la ladera, lo que facilitaba la perforación de bodegas para la elaboración de vino. Esta disposición hace que haya muchas viviendas voladas sobre soportales que le dan una imagen característica. La arquitectura tradicional se basa en el empleo de la piedra de sillería muy bien conjuntada con el ladrillo, material muy común en este pueblo de tradición alfarera.
Lugares de interés
Iglesia Nuestra Señora de la Asunción
Iglesia Parroquial, dedicada a la Asunción de María. Una construcción en sillería de tres naves, cubierta con crucerías. El coro es bajo y la torre se emplaza a los pies y es de tres cuerpos, también en piedra de sillería. La portada se orienta al sur y da a la plaza. Tiene dos puertas enmarcadas por columnas y cubiertas por dos frontones. Se inició su construcción en 1533. La torre se construyó en el siglo XVII. En su interior impresiona el retablo mayor con sus doradas columnas salomónicas, que hacen de esta obra una de las mejores del Barroco Riojano de finales del XVII. En la sacristía se encuentra un tríptico con representaciones de la Virgen, San Pedro y San Juan. Otro de los tesoros de este templo se encuentra en la Sacristía-Museo. El horario de visita es de lunes a domingo de 09.00 a 13.00 h. y de 16.30 a 18.30 h., domingos tarde cerrada.
Puerta del cementerio
Uno de los más bellos monumentos de Navarrete y de toda La Rioja es la portada del actual cementerio que no se construyó en ese lugar ni en esa disposición, sino que fue trasladada desde su ubicación original, el antiguo hospital de San Juan de Acre, en 1887 por un albañil llamado Azpiri. La verja de la puerta la realizó un herrero apellidado Menaut, todo ello siguiendo las instrucciones del proyecto redactado por el prestigioso arquitecto riojano Luis Barrón.
El cementerio se construyó, piedra a piedra, con los restos de la iglesia de la Orden de San Juan de Acre, tanto la portada como los otros tres lados restantes.
La portada y dos ventanas pertenecen al románico tardío, una de las pocas construcciones de esa época que permanecen en La Rioja.
Ruinas del Hospital San juan de Acre
Centrándonos en su historia jacobea, Navarrete era paso obligado para el peregrino y fue en 1.185 (S. XII) cuando se fundó el Hospital de San Juan de Acre cuya finalidad era acoger y auxiliar al peregrino a Santiago.
Actualmente, además de la mencionada portada del cementerio, quedan unas ruinas que pueden visitarse tras su restauración, en el término de “La Serna” concretamente en el cruce entre el Río Mayor y la “Pasada de la Orden” nombre que alude a la orden militar y hospitalaria que lo regentaba.
Las ruinas actuales y la portada del cementerio pertenecen a una iglesia románica construida algo más tarde ya en el Siglo XIII posiblemente por el hijo de Doña María, Martín de Baztán, que fue obispo de Zamora y de Osma (Soria) y natural de Navarrete.
Las excavaciones arqueológicas se inician en 1990. La iglesia de San Juan de Acre es de una nave de cabecera y dos tramos, con capillas a los lados, cabecera semioctogonal, con planta de cruz griega.
Las ruinas están recuperadas y protegidas formando parte del recorrido del Camino de Santiago para gozo de peregrinos y visitantes.
Ayuntamiento y Casa de Cultura
Es un gran palacio que se prolonga prácticamente desde la calle Mayor Alta hasta la calle Carrera, con fachada de dos plantas en sillería y ladrillo del mediados del siglo XVII , con vanos de orejas y herrajes de época.
El edificio ha sido restaurado recientemente con el fin de servir de sede al Ayuntamiento de la localidad.
La fachada norte conserva un escudo marquesal, y en el interior se conserva un zaguán empedrado que tiene como motivo el escudo, y da acceso a la Biblioteca Municipal.
El Ayuntamiento conserva como sala de Exposiciones las antiguas caballerizas del palacio.
Calado del Conde
Edificio de propiedad municipal y perteneciente al palacio donde se ubican las dependencias municipales, este calado se prolonga desde la Plaza Donantes de Sangre hasta la calle Nueva, con fachada de sillería, está integrada dentro del cinturón de la muralla. En el interior consta de dos alturas y está construida en sillería y ladrillo con bóvedas de medio punto.
El calado ha sido restaurado recientemente y se utiliza para pequeños espectáculos y exposiciones.
Calles Mayor Alta y Mayor Baja
La calle Mayor está dividida en dos tramos separados por la iglesia. Aquí podemos observar edificios del siglo XVII y XVIII con portadas de sillería y ventanales enmarcados en piedra labrada. También podemos observar muestras de herrajes en ventanas, balcones y escudos que adornan dicha calle. En algunos labrados la Cruz de Santiago y símbolos jacobeos.
Ermita de Nuestra Señora Sta. Mª de Jesús
Situada junto al cementerio, su construcción de sillería, sillarejo y ladrillo. Obra clasicista del comienzos del siglo XVII, aprovechando muros de otra del XVI de la que se conserva un ochavo de ábside. Recientemente ha sido restaurada por la Asociación de Amigos del camino de Santiago en La Rioja.
Calle La Cruz
Tradicionalmente se ha venido utilizando también como parte del recorrido del Camino de Santiago. También podemos encontrar edificios del siglo XVII con portadas de sillería y escudos.
En el recorrido final se alza lo que permanece de la antigua muralla medieval que enmarcaba la Villa.
A destacar también, en la calle La Cruz, el capitel románico de final del XII o del XIII representando el combate que entre Roldán y Ferragut o de David y Goliat, que procede de la desaparecida ermita de San Pedro.
Certijos y Cocinos
Pequeña calleja en forma de soportal sobre la antigua muralla medieval. Su pavimento mantiene el canto rodado utilizado en esa época. En esta pequeña calleja se encuentra el Albergue Municipal de Peregrinos.
- COCINOS
Pequeña calleja con desembocadura de bodegas excavadas en los edificios. Antiguamente se ubicaban las Carnicerías Públicas. Hoy una calleja con mucho encanto.
Calle Santiago
También tradicionalmente utilizada como recorrido del Camino de Santiago, se accede desde La Almena, donde se encuentra una escultura conmemorativa del peregrino, o los Cocinos. Sus edificios mantienen la estructura del todo el casco antiguo navarretano. Existe una imagen del apóstol Santiago.
Antigua Alhóndiga o Monte de Piedad
Era una construcción de ladrillo y sillar, con vanos adintelados y dos grandes escudos. Pegada a los pies de la iglesia parroquial. Se trata del Arca de Misericordia, cuyo objetivo era la de prestar cereales de siembra a los labradores al final del invierno y comienzo de la primavera que luego tenían que devolver tras recoger la cosecha.
En la actualidad el edificio no permanece, pero si sus escudos, que se encuentran colocados en la ubicación del antiguo edificio, y que ahora es acceso al Cerro Tedeón, Mirador municipal.